El año 2023 llega a su fin y es el momento perfecto para reflexionar sobre todo lo que hemos vivido y agradecer por las bendiciones que nos ha traído.
Como padres de familia, tenemos la oportunidad de enseñar a nuestros hijos el poder de la gratitud y cómo generar buenas vibras para el próximo año. En este blog, exploraremos cómo aplicar la disciplina positiva en este proceso de agradecimiento y cómo poner el ejemplo para nuestros hijos.
- Reflexionar sobre los momentos especiales:
Tomemos un momento para recordar y apreciar los momentos especiales que hemos vivido en el año 2023. Desde pequeños logros hasta momentos de conexión familiar, cada experiencia tiene un valor único. Al compartir estos recuerdos con nuestros hijos, les enseñamos a reconocer y valorar las bendiciones en sus propias vidas.
- Fomentar la gratitud diaria:
La disciplina positiva nos invita a practicar la gratitud diariamente. Podemos crear un ritual familiar donde compartimos tres cosas por las que estamos agradecidos cada día. Esto ayuda a nuestros hijos a cultivar una mentalidad de gratitud y a centrarse en lo positivo en medio de los desafíos.
- Mostrar aprecio a quienes nos rodean:
En este proceso de agradecimiento, no olvidemos agradecer a todas las personas que nos han apoyado durante el año. Desde nuestras guías hasta amigos y familiares, su presencia y apoyo han sido invaluables. Animemos a nuestros hijos a expresar su aprecio a través de notas, dibujos o pequeños gestos de amabilidad.
- Establecer intenciones para el próximo año:
A medida que nos despedimos del año 2023, es el momento perfecto para establecer intenciones para el próximo año. Juntos, como familia, podemos reflexionar sobre lo que queremos cultivar en nuestras vidas y cómo podemos trabajar juntos para lograrlo. La disciplina positiva nos enseña a establecer metas realistas y a tomar acciones concretas para alcanzarlas.
A medida que nos adentramos en el nuevo año, recordemos que nuestras acciones y actitudes tienen un impacto duradero en nuestros hijos.