Un legado construido con amor y conocimiento a lo largo de 40 años por la pionera educadora, la Doctora Maria Montessori. En su búsqueda incansable para comprender las necesidades únicas de los niños, creó el concepto del «ambiente preparado», un espacio cuidadosamente diseñado para fomentar el aprendizaje y el desarrollo integral de cada niño.
Un ambiente preparado es un laboratorio científico donde trabajan con materiales diseñados científicamente para desarrollar todas las habilidades y talentos que de forma innata ya trae el niño(a).
Un niño de 0 a 6 años tiene cuatro periodos sensibles muy importantes:
Orden, lenguaje, movimiento y la percepción sensorial.
Un Lugar de Libertad Guiada: En el ambiente preparado, los niños encuentran una libertad estructurada que les permite explorar, descubrir y aprender a su propio ritmo. Los materiales Montessori, especialmente diseñados, son accesibles y atractivos, invitando a los niños a sumergirse en actividades que nutren su curiosidad natural.
Orden y Belleza: La Doctora Montessori entendía la importancia del orden y la belleza en el entorno de aprendizaje de un niño. El ambiente preparado es un lugar donde cada elemento tiene un propósito, donde la estética se combina con la funcionalidad. Esto ayuda a los niños a sentirse seguros y en armonía, permitiéndoles concentrarse en su trabajo y desarrollar habilidades de organización.
Independencia y Autonomía: El ambiente preparado promueve la independencia y la autonomía. Los niños tienen la libertad de elegir sus actividades, lo que fomenta la toma de decisiones y la responsabilidad. Los materiales están diseñados para que los niños puedan trabajar de forma autodirigida, construyendo confianza en sus habilidades y desarrollando un sentido de logro.
Cuidado y Respeto: El ambiente preparado es un lugar donde los niños se sienten respetados y valorados. Los educadores Montessori son guías atentos, observadores, dispuestos a brindar apoyo cuando es necesario, pero también a permitir que los niños enfrenten desafíos y resuelvan problemas por sí mismos. Este cuidado y respeto mutuo crean un ambiente de confianza y crecimiento emocional.
En Cumbres Montessori creamos ambientes preparados que inspiran a los niños a ser curiosos, independientes y compasivos.
Cada rincón de nuestro espacio está impregnado de su sabiduría, nutriendo el alma y el intelecto de los más pequeños.