En la educación de Cumbres Montessori, un elemento esencial y diferenciador se alza como la brújula que guía a los niños en su viaje de descubrimiento: las/los guías. Estos adultos o «guías Montessori», desempeñan un rol fundamental que se destaca por su enfoque único.
En el entorno Montessori, las guías se presentan como facilitadores del aprendizaje. Su misión es observar, comprender y apoyar las necesidades individuales de cada niño.
El/la guía Montessori fomenta la autonomía y la toma de decisiones. Los niños son animados a elegir sus actividades y explorar áreas de interés personal. Esto no sólo les da la oportunidad de aprender a su propio ritmo, sino que también les permite desarrollar habilidades esenciales, como la toma de decisiones y la autodisciplina.
Las/los guías Montessori también prestan especial atención al ambiente de aprendizaje. Cuidadosamente diseñan y organizan los espacios para fomentar la independencia y el descubrimiento. Los materiales Montessori, diseñados específicamente para manos pequeñas y mentes curiosas, son herramientas esenciales que las guías utilizan para estimular la exploración y el pensamiento crítico.
Las evaluaciones dentro del Método Montessori son de manera continua y personalizada para ver el progreso de los niños. Se centran en la observación y a través de esta, guía al niño para un mejor desarrollo de las habilidades sociales y emocionales, así como en el logro académico. Esta evaluación holística ayuda a los niños a crecer como individuos completos.
En resumen, las y los guías Montessori son faros de apoyo y guía en el viaje educativo de cada niño. Se enfoca en la independencia, el autoaprendizaje y el respeto por el ritmo individual de cada niño. Así, las/los guías Montessori desempeñan un papel vital en la creación de un entorno donde los niños pueden florecer como aprendices autodirigidos y ciudadanos del mundo.